Todo hombre que te busca, va a pedirte algo.
El rico, la amenidad de tu conversación;
el pobre, tu dinero;
el triste, un consuelo;
el débil, un estímulo;
el que lucha, una ayuda moral.
Todo hombre que te busca, de seguro va a pedirte algo.
¡Y tú osas impacientarte!
Y tú osas pensar: "¡Qué fastidio!".
¡Infeliz la ley escondida que reparte
misteriosamente las excelencias,
se ha dignado otorgarte
el privilegio de los privilegios,
el bien de los bienes,
la prerrogativa de las prerrogativas: ¡Dar!
¡Tú puedes dar!
En cuantas horas tiene el día
te pareces a Él que no es sino
dación perpetua, difusión perpetua,
y regalo perpetuo.
Deberías caer de rodillas
ante el Padre y decirle:
"¡Gracias porque puedo dar, Padre mío!
Nunca más pasará por mi semblante
la sombra de la impaciencia."
"En verdad os digo, que vale más dar que recibir"
Autor: Amado Nervo.
He copiado este poema del eterno Amado Nervo, del blog BUEN DÍA MUNDO, de mi amiga LC.
Me parece una gran lección para la impaciencia en el trato con el prójimo
4 comentarios:
Precioso poema y ¡cuánta razón tiene!
Un abrazo!
Me parece precioso y real. Un beso
No sé que tontería me ha pasado Militos con no haberte agregado antes a mi Reader, te juro que me he enredado mucho en tantos temas que te tenía descuidada, prometo seguirte a partir de ahora. El Señor ha esperado el momento para inspirarme. Que Dios te bendiga
Me gusta mucho Amado Nervo...
También me gusta MUCHO este blog...
Y es que soy de gustos sencillos, pero profundoooos, jajajaja.
BESIÑOS...
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