Hay noticias que te sacuden el alma y hoy me he tropezado con una de ellas. Acabo de enterame, por Religión en libertad.com, que hace un año murió el escritor Jose Luis Martín Vigil. Me ha afectado de manera muy especial porque fue un escritor que tuvo una gran presencia en mi vida familiar. comencé a leerle cuando escribió su primera novela en el año 1960, precisamente cuando me casé, el título era "La vida sale al encuentro." Novela que me gustó mucho por el ambiente juvenil que retrataba y porque incidía con la Escuela Naval MIlitar en la que mi ya marido acababa de graduarse como Infante de Marina; demasiados elementos para que yo no me viera integrada en ellos. No puedo negar que el hecho de que su autor fuera jesuita aún me sensibilizaba más. Si bien su estilo no fuera demasiado elevado literariamente hablando, tenía una fluidez y naturalidad que te enganchaba, sobre todo para aquellas primeras noches de casada, donde el marido estaba ausente cada tres o cuatro días montando guardias en el cuartel del Tercio sur, hoy Tercio de Armada, de San Fernando.
Más adelante cuando los hijos fueron creciendo también les fui introduciendo en su lectura y en seguida se aficionaron a él. Sus personajes eran reales, de los que te podías encontrar a la vuelta de la esquina y las situaciones descritas fácilmente te habrían podido suceder a ti. Este compartir lecturas, desde la cuna, con los hijos es uno de los grandes placeres de la vida materna: comentar con ellos lo leído, aclararles algunas cuestiones, hacerles ver otras... . Cómo lo echo de menos, aunque con algunas de mis hijas aún mantengo esa aficción. El caso es que procuro fomentarlo con el nieto de diecinueve años que vive con nosotros, pero me resulta más complicado porque los gustos han cambiado y porque la cibernética es una competidora difícil de vencer. De todas formas conseguí hace tres años que leyera la ya mencionada "La vida sale al encuentro" Y ¡le gustó! a mí también volvió a gustarme por quinta o sexta vez... a pesar de los años trancurridos.
Mi intención no era la de hablar de experiencias personales, sino la de dedicar el post al escritor fallecido, en una muerte silenciosa como dice el autor de la noticia, También he de confesar que desconocía la trágica trayectoria de su vida desde que supe de su existencia. El diario "El Mundo" ha publicado su testamento hace unos días y es impactante, por eso lo trascribo:
" Bueno, al fin muero cristiano como empecé. Creo en Dios, amo a Dios, espero en Dios. No perseveré en la Compañía de Jesús, pero janás dejé de amarla y estarle agradecido. No conozco el odio, no necesito perdonar a nadie. Pero sí que me perdonen cuantos se sientan acreedores míos con razón, que serán más de los que están en mi memoria. Amé al prójimo. No tanto como a mí mismo, aunque intenté acercarme muchas veces. No haré un discurso sobre mi paso por la vida, cuanto hay que saber de mí lo sabe Dios. En cuanto a mis restos sólo deseo la cremación y consiguiente devolución de las cenizas a la tierra, en la forma más simple, sencilla y menos molesta y onerosa. Pasad pues de flores, esquelas, recordatorios y similares. todo es humo. Sólo deseo oraciones. De este mundo sólo me llevo lo que traje, mi alma. Consignado todo lo cual, agradecido a todos, deseo causar las mínimas molestias. Dios os lo pague.
Sus últimas palabras son reveladoras de un gran arrepentimiento y por lo mismo quiero copiar algunas de sus respuestas en la entrevista publicada en "ALBA", en el año 2007
Cuenta al periodista que el hecho de publicar millones de novelas y ser tan popular, le fue apartando de su vida religiosa, tenía tanto trabajo que dejaba de rezar, incluso se le olvidaba que era domingo, no hacía apostolado y abandonaba la dirección espiritual. Abandonó la compañía de Jesús y fue secularizado como sacerdote. también se vió envuelto en algunos asuntos turbios. Sin embargo, en la enfermedad y en esa especie de retiro que vivió en sus últimos años fue recuperando su vida espiritual. Cuando el periodista le pregunta sobre el estado actual de su alma responde:
" Muy bien, en regla, como no puedo ir a la iglesia viene a verme un sacerdote, me confiesa y me trae la Comunión"
"... en estos últimos tiempos vivo en un diálogo ininterrumpido con Dios."
Cuando le preguntan: ¿Cree que ofrecer los sufrimientos no vale nada? responde:
"Claro que vale, pero no porque tengan valor en sí, sino porque Él quiere que lo tengan"
"Cuando le ofrezco mis dolores y contratiempos, los comparo con sus sufrimientos en la Cruz y me da la risa. La desproporción es tan grande."
Y en esa entrevista que os animo a leer completa en la página de Religión en libertad.com, no podía faltar la mención a María:
¿Tiene presente a la Virgen?:
" María es mi Madre. Y no es una metáfora, es algo que dice la Iglesia. Eso me da una confianza enorme. Sé que se portará conmigo como lo hacía mi madre"
Al mencionarle el poema anónimo "No me mueve, mi Dios, para quererte" contesta¨
"El cielo que me tienes prometido. Ese poema lo suscribo entero. Si quiero a Dios no es para que me salve, que claro que quiero que lo haga. Le quiero porque le quiero querer y ya está"
Breve biografía de Jose Luis Martín Vigil
Nació en Oviedo, el 18 de diciembre de 1919.
Falleció en 2010
Estudiaba Ingeniería Naval que se vió obligado a interrumpir por la Guerra Civil, alistándose en el bando Nacional.
Al terminar la Guerra completó sus estudios de Ingeniero y se licenció en Filosofía y letras
Cursó Teología en la Universidad de Comillas e ingresó en la Compañía de Jesús.
Intervino en programas de Radio y Televisión Española, con programas religiosos y una serie propia.
Entre sus novelas destacan:
_La vida sale al encuentro. 1960
_Sexta galeria 1962.
_Requien a cinco voces. 1963.
_Un sexo llamado débil, 1973
_Cierto olor a podrido, 1979
_Muerte a los curas
_Los curas comunistas.
_Una chabola en Bilbao.
_El faro de barlovento, 1983
Ámó a Dios y a los hombres; hizo el bien; nos instruyó y emocionó con sus novelas.
Erró y se arrepintió.
La Misericordia de Dios es infinita
Y SÓLO NOS PIDE EL ARREPENTIMIENTO
¡¡¡Que Dios lo tenga en su gloria!!!
6 comentarios:
Desconocía la noticia de su muerte y leyendote también han venido a mi mente muchos recuerdos, yo también leí varios de sus libros en aquella adolescencia mía.Recuerdo especialmente "Sexta Galería".
Así que con tu permiso me sumo a tu homenaje.
Gracias y un abrazo.
Muchas gracias, Visi, por tu comentario, me alegra mucho tener este punto de contacto contigo.
Un beso agradecido
He leído casi todos sus libros y hace poco Teresa -15 ´ños- me comentaba que le había encantado la vida sale al encuentro. Tenía noticias de que al final de su vida había vuelto a la Iglesia pero me ha encantado leer la entrevista.
Gracias Militos, siempre que entro en tu blog salgo reconfortada.
Ya han pasado la Navidad, la boda, los Reyes, así que espero recuperar la costumbre de reencontrarme contigo en estas páginas.
¡FELIZ AÑO MILITOS!.
Un beso
María Jesús
Desde hace poco, tengo el libro de Altozano que recoge su última entrevista. La leí y me gustó mucho, especialmente -por lo que últimamente me toca-, me encantó cuando le pregunta sobre el valor de ofrecer los sufrimientos.., y él contestas, "Claro que vale, pero no porque tengan valor en sí, sino porque Él quiere que lo tengan"
De su obra literaria conozco poco, y lo poco que conozco me gusta mucho. También me enteré hace poco de su vida y de su muerte. Una vida llena de altibajos -como las de muchos de nosotros-, de luchas, de victorias y de derrotas.
A la luz de esa última entrevista parece que finalmente empezó a vislumbrar la luz que nunca había perdido y yo me alegro por él.
Nunca está de más este homenaje al que me sumo, que provoca que rece una oración por su alma. Gracias por este post, tan documentado y completo como inspirador de acciones buenas.
BESIÑOS
Gracias Mª Jesús, me alegra mucho verte de nuevo, yo también qquiero recuperar las amistades primeras. Voy a tu blog.
Un beso grande
Gracias, Arcendo, a mi me ha impresionado mucho esos detalles de su vida porque le había perdido el rastro.
Besiños
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