En el Evangelio de hoy (Marcos, 8, 11-13), los fariseos, para ponerte a prueba, Jesús, te piden un signo y Tú no quieres dárselo.
Señor, yo nunca te he pedido señal alguna, pero, en esta hora callada del anochecer hay una pregunta que quiero hacerte ¿Señor, sufres Tú por nosotros las mismas angustias que las madres sufrimos por los hijos?
RESPUESTA:
AMEN, AMEN, AMEN
3 comentarios:
Sí, la respuesta.
Amén.
Precioso.
Besiños del alma, querida amiga.
Muchas gracias, querida Rosa, tú me entiendes.
Besiños del alma
Queda claro.
Feliz dia, Militos. Un fuerte abrazo desde el corazón. Y otro para Rosa.
Besos para las dos.
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