domingo, 19 de abril de 2009

DECIR HOMBRE ES DECIR LIBERTAD


Hay una palabra que me ha estado interpelando durante todo el fin de semana, sin saber a ciencia cierta el motivo, sobre todo en esa duermevela que me mantiene más despierta que dormida noche tras noche. Hoy como ya me he acostumbrado a analizarlo todo frente al ordenador he decidido traerla al blog para encontrar una explicación que me convenza. La palabra es HOMBRE. Que nadie me tilde de machista. Que ninguna mujer se ofenda... Hombre para mí abarca la humanidad global, hombres y mujeres que han sido, son y serán sobre la faz de la tierra.


El hombre, rey de la Creación, para quien el Autor de la misma preparó un trono hecho de luz, de estrellas, de mar, de animales y plantas... todo creado para él. Cuando todo estaba hecho dijo Dios: "Hágamos al Hombre a nuestra imagen y semejanza" y como rey fue colocado para disfrutar, cuidar y acrecentar la obra de las manos de Dios. Y sobre todo don, le enriqueció con aquello que le hacía superior a todo lo creado, fue colofón de la hechura del hombre la gracia infinita de su libertad.

Decir hombre es decir libertad. Y fue el mal uso de esa libertad lo que le perdió, algo que se viene repitiendo a lo largo de la historia. Hasta ese momento aquel árbol de la ciencia guardaba el secreto del Bien y el Mal. El bien ya se conocía, estaba en el hombre y en todo lo que le rodeaba, asaltar el fruto de aquel árbol abrió la puerta al mundo del mal. Todo en su contra, los animales se volvieron salvajes, las fuerzas de la Naturaleza dejaron de someterse a su control... Sintió algo nuevo hasta entonces desconocído, por primera vez cansancio, sudor, dolor... Vagaría por el mundo con su libertad a cuestas que tendría que defender de abusos y tormentos...

La misericordia de Dios no le abandonó, la obra humana, en la que el propio Dios se recreaba, no fue desamparada, la misericordia divina le acompañaría en un exilio de siglos y redimida por la venida del hijo amado de Dios recobraría su lugar al lado del Padre, dándole la capacidad de volver a engrandecer aquella palabra que salió de la boca del Creador: Hombre

Hombre ánimo, Hombre sonrisa, Hombre llanto, Hombre amor y Hombre dolor. Palabra Hombre en la que nos unimos varones y hembras en una comuidad de lucha, de súplica, de oración incesantes. Comunidad de amor sin distinción de razas, ni pueblos. Comunidad de exigencia personal y hacia los demás en defensa de la dignidad de cada individuo creado para reinar.

Hombre hermano para el hombre, hombre en lucha constante contra ser lobo para el hombre. Es largo el camino al Goce Eterno, pero se llega.

¡¡¡ VALE LA PENA!!!

Viva la gente


5 comentarios:

Anónimo dijo...

esta y viva la gente eran las dos clásicas de este tipo, de mi infancia

ya conoces lo que digo sobre el árbol de la ciencia del bien del mal, el mal empieza cuando se empieza a discernir la idea del mal, echad abajo la idea y echaremos abajo el mal, y habremos vencido a la maldita moral con el amor, el árbol de la ciencia del bien y del mal no es otro que el árbol de la moral y de la ley, derribémoslo, pues de él nace todo sufrimiento

Militos dijo...

Amor: me parece un poco fuerte tu razonamiento. El mal no es el árbol, el mal comenzó cuando se le arrancó del árbol. Es verdad que el amor supera la moral, San Agustín decía: "Ama y haz lo que quieras", entendiendo que el amor verdadero, el amor a Dios, nunca te hará caer en el mal.
Un beso

Le Fay ʚïɞ dijo...

Uff amiga para mi es un tema un poco difícil de explicar.. el mal es.... todo lo q me rodeo aquella semana de aquel Junio de aquel año q no quiero recordar.....
y el bien es todo lo demás siempre y cuando haya amor de por medio... eso es importante.... amar lo q se hace y por lo q se lucha.. eso es amor...
Un beso grande q te quieroo

Guerrera de la LUZ dijo...

Hola Militos muchas gracias por el cuento en la Hoja del Arce, es preciosísimo.

Un abrazo.

Unknown dijo...

Sobre el cuento de la Hoja, no se que decir. Es precioso, y por si no lo sabes. Si, siempre me han echado una mano cuando me ahogaba. Por eso se que estoy y estaré con Dios , siempre.
Parece presunción, pero no lo es. Es una realidad que he palpado demasiadas veces, como para no darme cuenta.
Si yo te contara je je je
Ya no me acordaba de Viva La Gente, gracias:)
A mi eso de ser la costilla de Adán, chica mira, nunca me ha convencido.
Si al menos fuera un buen chuletón de Ávila, puede que me conformara.
Un abrazo, y muchas gracias.
Feliz Semana:)

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