jueves, 16 de abril de 2009

DÍA FELIZ



Tengo que contarlo, no me lo puedo callar. Me han hecho tan feliz que necesito comunicarlo y precisamente en este blog que tantas veces ha escuchado mis quejas, mis protestas, mis enfados...

Todo el día he estado un poco ausente de nuestro mundo de blogs por un motivo familiar dichoso. Vino a verme una de mis hermanas a la que quiero, como al resto, de esa manera que nuestros padres, como los vuestros, nos han enseñado a querer. Con ese amor que no precisa de compromisos y por lo tanto nunca hay rencores, ni reproches, ese amor que se forjó en una infancia de familia normal, donde los padres eran respetados y queridos, por encima de las justas riñas, los castigos aleccionadores y esa autoridad que no precisaba imponerse por la fuerza, sino simplemente ejercerla con amor. Amor en las miradas, en las enseñanzas, en la alegría de las festividades y momentos de esparcimiento. Amor de entrega total a un proyecto familiar en étapas duras, de trabajo, de escasez y lento progreso. El mérito no era sólo paterno y materno, los hijos aportábamos la obediencia porque tenías la certeza de que un padre no era un enemigo en potencia. Te dejabas guiar, sabían más que tú y eras consciente de que nadie como ellos buscaban tu bien inmediato y futuro. Aquel amor encarnado en la infancia, traspasa años y distancias, afinidades y diferencias, amor fraterno y amor real. Por eso quiero hoy dedicar este post a mi hermana Carmina.


Para mí fue de gran ayuda en una etapa complicada, cuando me quedaban tres asignaturas para terminar la carrera y decidí examinarme de ellas en Málaga por su cercanía, a Cádiz donde entonces residía, en la recién inaugurada facultad de Económicas. Mi hermana, aun soltera, tuvo el coraje de tomar el mando de mi hogar, integrado ya por seis hermosos hijos, en plenitud de salud, con la mayor de nueve años y el séptimo en camino, lo que podía traducirse en riesgo, locura y nervios. Su ayuda fue tan fundamental como la de mi padre. Esta hermana mía tenía una capacidad increíble, a pesar de su juventud e inexperiencia, para ganarse a los crios. La adoraban y aquel cariño subsiste en ellos, a pesar de que en la actualidad el trato sea poco frecuente. Prueba irrefutable de que lo vivido en la infancia nunca se olvida.



No me importa confesar, a blog abierto, que siempre la envidié, en primer lugar porque a mi juicio, comía más que yo y nunca aumentaba de peso. Los disgustos, los éxamenes y la regla, irremisiblimente provocaban en ella un descenso de kilos, mientras que en mí, el efecto producido por los mismos elementos era visiblemente contrario. Para colmo me sacaba unos cuantos centímetros de estatura y las matemáticas era su fuerte. Otras cualidades también eran querencia suya como el dibujo, canto y baile. Todo esto y algo más que debe haber caído en mi olvido ¿No era suficiente motivo de envidia? Y pregunto yo: ¿se puede envidiar y querer a la vez? ¡¡Indudable!!

Pero es que hoy mi hermana no vino sóla, con ella trajo el retrato , pintado al óleo que hace dos meses formó parte de su primera exposición y del que yo me enamoré perdidamente. No me dejó comprarlo ni hizo ademán de regalármelo, hasta esta feliz hora que os estoy transmitiendo.

El retratado es el director italiano de orquesta Claudio Abbado quien, después de padecer un cáncer, ha vuelto a incorporarse a sus conciertos. De él os dejo un video, algo más joven entonces que en el cuadro, donde podéis comprobar su virtuosismo en la conducción de instrumentos y sinfonía.

Claudio Abbado Sinfonía Nº 8 de Schubert

18 comentarios:

ARCENDO dijo...

Comparto tu felicidad, me siento yo también alegre al verte así. Cuánto cariño se reflejan en estas líneas, todo el que nos transmites cada día.
Como casi "coincidencia" te diré que mi madre, que ya está con Dios, también se llamaba Carmen y familiarmente para todos, era Carmina...
Abbado y la inacabada, perfecto broche de oro.
Besos muy muy alegressss

Anónimo dijo...

me alegra verte contenta, pero es que además la música que pones es un regalazo

Raquel YG-I dijo...

Y, además, desde mi parecer, cuando estais juntas se respira, se huele y se palpa amor, mamá, mucho amor en el aire...

Militos dijo...

Gracias, mentor de mi vida bloguera, gracias por compartir mi alegría. Contigo es fácil compartirlo todo.
Aunque a partir de ahora el que va a compartir mi refugio imternauta va a ser Claudio, No te enfades Arcendo, pero hay prioridades...

No sabía el nombre de tu querida madre. ¿Otra coincidencia?
Besos dichosos y sinfónicos.

Militos dijo...

Gracias también a tí Raquel porque siempre estás conmigo en los momentos trascendentes y felices.
Besitos, hija

maria jesus dijo...

Pues me alegro muchisimo de leerte tan feliz.
Espero que estes mejor y disfrutes la visita todo lo posible. Un beso

Militos dijo...

contigo AMOR, también es una delicia compartir cosas buenas.
BESO

Militos dijo...

María Jesús muchas gracias por alegrarte conmigo.
Sabes que te quiero, Chica del Preu.
Besitos

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Querida amiga:
Acabo de cumplir con mi deber de bloguero haciendo público el premio que cariñosamente me concediste.
Un beso.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

¡Cómo me gusta verde así de feliz!...
Tienes todos los motivos para ser y para estar feliz. En esta ocasión el regalo de recibir a una hermana tan querida (sé de que se trata) y además acompañada de ese maravilloso cuadro cuya fotografía pude contemplar el día de la exposición. Pero aparte de éste, que sin duda es un gran motivo, yo sé que tienes otros muchos. Uno de ellos ha asomado por la ventanita de los comentarios de este post, pero tienes muchos más. Disfruta de todos ellos porque son las maravilla que Dios nos ha concedido, hijos, cónyuge, familia en general, amigos...
Un beso, Militos y felicidades por tu felicidad.

Le Fay ʚïɞ dijo...

Q gran alegría con tu hermana, la música y todo!! y no creas me he reído un poco con lo de las envidias de niñas, creo q yo tmb le hubiera envidiado jajaja
Un beso grande!!!

Militos dijo...

Gracias Terly, la felicidad son momentos como éste, una quisiera que durasen siempre, pero ya sabemos que sólo será posible en la eternidad.
Un beso

Voy a visitar tu blog

eligelavida dijo...

Me encanta la naturalidad y alegría con que hablas de tu familia. Me ha llamado especialmente la atención cuando dices “los hijos aportábamos la obediencia porque tenías la certeza de que un padre no era un enemigo en potencia”. ¡Cuanta razón tienes!

Enhorabuena por el regalo.

Militos dijo...

Princesa: gracias por entenderme, querida amiga-enemiga. Besis


Elige la vida: de la familia sólo se puede hablar así, muchas gracias.
Un beso

ARCENDO dijo...

Otra vez, me ganas por uno..., me doy por vencido, contigo no puedooooo.
BESOS DERROTADOS.

Maite dijo...

Militos me ha emocionado tu entrada de hoy, y el vídeo menudo lujazo.

Con gusto me llevo tu regalo, y hoy en mi blog tengo dos canciones de Eric Clapton, a mí también me encanta como Sting y muchos otros.

un besazo Doña cariñosaaaaaaaaaaaaaaa.

Maite

Unknown dijo...

Enhorabuena por tener una familia como la que tienes.
Eso de comer y no engordar es digno tanto de admiración como de envidia.
Me alegra tu alegría :)
Un abrazo.

Luis y Mª Jesús dijo...

Como siempre tienes más razón que un santo. Será porque eres una santa.
Compruebo a diario que en la armonía y la paz familiar son los hijos tan decisivos o más que los padres.
Enhorabuena Militos!!!
Un besazo
María Jesús

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