ESPAÑA APALEADA

Hay un cuento sobre un perro que podría explicarnos en cierto modo lo que está sucediendo hoy en España y sobre todo con los españoles que no reaccionan estando las cosas como están.

Erase que se era, un perro constantemente maltrado por su dueño. Daba igual lo que hiciese porque siempre acababa golpeado. Si se le ocurría ladrar recibía palos por doquier, si no ladraba también. Si de alguna forma el perro trataba de escapar, su dueño le atizaba con más fuerza. El perro al darse cuenta de que no podía librarse de esa crueldad, aprendió a acurrucarse y a soportar los golpes de manera estoica.
Afortunadamente el dueño murió y el animal pasó a ser propiedad de otra persona. Éste intentó enseñarle con cariño y golosinas, pero el perro no aprendía nada. Se encogía muerto de miedo en cuanto oía una palabra fuerte. Era tal su trauma que se sentía un fracasado. Tenía el convencimiento de que hiciese lo que hiciese siempre sería maltratado.

Por lo visto esta actitud canina corresponde a un fenómeno psicológico llamado "Indefensión aprendida" que afecta también a las personas y en ocasiones es como una epidemia. ¿No ocurre así con los sufridos o sufridores españoles que, por más palos que están recibiendo del gobierno socialista, permanecen con la misma intención de voto?. Nadie mueve un dedo, ni los sindicatos, también es verdad que en esta historia, éstos precisamente son los únicos sin maltratar, por el contrario están recibiendo subvenciones astronómicas.

Y sin embargo, España será la misma ayer, hoy y siempre. Puede que a los ojos del exterior no lo parezca, puede que nosotros mismos no queramos reconocerla porque nos avergoncemos de esa imagen que los desalmados quieren dar de nuesrtra madre patria. Apaleada, maltratada y hasta deshonrada por leyes que amparan el más adyecto de los crímenes. Puede que sea así para la galería, pero yo me niego a admitirlo, como me niego a admitir que todo lo que le están haciendo no tenga solución. Y no hablo ya de la crisis económica que sin duda no puede atajarse de golpe, pero que con una mano firme y entendida se podría ir mejorando en plazos no tan largos como los que se nos avecinan y sobre todo que nunca hubiéramos llegado a esto con un gobierno capaz y responsable.

Hablo de la mezquindad de unos parlamentarios que aplauden con sus palmas huecas las palabras de un mentiroso compulsivo, a cuyas mentiras se unen sin pudor alguno sus esbirros bien pagados, bien comidos y bien trajeados. Mezquindad que les lleva a presentar proyectos de ley asesinos..., mezquindad que enarbolan para atacar a la iglesia Católica, pues no pedía el de IU que le quitasen todas las subvenciones a la iglesia para ganar en libertad, ¿Es que la iglesia recibe alguna todavía? Mezquindad que les mueve a implantar sistemas educativos donde, entre otras cosas, se dice a los alumnos que ellos no eligieron venir a este mundo, ni tampoco el pais de nacimiento, con lo cual no deben nada a sus padres, ni tienen porqué sentir nada especial por ellos ni por su patria ni su bandera, esos conceptos están obsoletos... no voy a seguir porque esto se haría interminable.

Mi pregunta es: ¿Hasta cuando el apaleamiento a esta España maltratada por los cuatro costados, a estos españoles ya hambrientos y no solo de pan? ¿Hasta cuando esta "indefensión aprendida"? Escuché hace unos días a José María de Prada que la diferencia entre el 36 y el 2009, es que los españoles entonces estaban hambrientos y ¿ahora no lo están? Debe ser que no o tal vez que el hambre de aquellos años no era sólo de pan, sino de Dios y de espíritu. Hoy a fuerza de mezquindades, se está consiguiendo que todo se mida con la vara de lo material.

Pero España, mal que les pese a algunos, es la misma, sólo que su piel de toro la están dejando hecha jirones.

Una frase para la reflexión:

"España será más grande, cuanto más católica sea"
Francisco Franco